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Verdura

Cómo hacer los pimientos de Padrón

En 5 minutos y con muy pocos ingredientes. Un plato muy sencillo que hará las delicias de los invitados más exigentes
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Pimientos padron fritos


■ Tiempo de preparación:

■ Tiempo de cocción:

■ Ideal como Aperitivo, guarnición.

■ Derivado de la cocina tradicional.


Los pimientos del Padrón son una deliciosa variedad de pimientos verdes pequeños originarios de la región de Padrón, en Galicia, España.

Estos pimientos son conocidos por su sabor suave y ligeramente picante, y son perfectos como aperitivo o guarnición. En este artículo, te mostraré cómo preparar los pimientos del Padrón de una manera sencilla y deliciosa, incluso si no tienes experiencia en la cocina.


3 ingredientes

Para 2 personas.

  • 250 gramos de pimientos de Padrón
  • Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • Sal gruesa

Opciones

■ Si no se encuentran estos pimientos frescos en el mercado, se puede probar con los pimientos de tipo shishito, que son similares en sabor y tamaño. Funcionan como una buena alternativa y pueden prepararlos de la misma manera.

■ Se pueden freír también en aceite de oliva refinado, aceite de girasol o de semillas, pero el sabor final cambia bastante.

■ La sal gruesa tiene que ser de cocina, porque la que se utiliza en salazones tiene el grano demasiado grande y sería desagradable en el paladar, y sobre todo en los dientes. En caso de no tener, se puede utilizar sal fina o sal en escamas.

■ Si se desea experimentar con diferentes sabores, se puede añadir algunas especias o condimentos a los pimientos mientras se fríen. Por ejemplo, pimentón ahumado, ajo en polvo o incluso ralladura de limón para darles un toque extra de sabor.



Preparación

1 Lava los pimientos. Comienza lavando los pimientos del Padrón bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o residuos. Luego, sécalos suavemente con papel de cocina.

2 Calienta una sartén. Coloca una sartén grande a fuego medio-alto y añade suficiente aceite de oliva virgen extra para cubrir ligeramente el fondo de la sartén. Deja que el aceite se caliente durante unos minutos hasta que esté lo suficientemente caliente como para freír.

3 Añade los pimientos a la sartén. Una vez que el aceite esté caliente, agrega los pimientos de Padrón a la sartén en una sola capa. Es importante no sobrecargar la sartén para que los pimientos se cocinen de manera uniforme.

4 Fríe los pimientos. Deja que los pimientos se frían durante aproximadamente 3-4 minutos, revolviéndolos ocasionalmente con una cuchara de madera. Los pimientos deben cocinarse hasta que su piel se arrugue ligeramente, pero antes de que la piel se ponga de color negro.

5 Retira los pimientos y escúrrelos. Una vez que los pimientos estén cocinados, retíralos de la sartén con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

6 Espolvorea con sal gruesa. Justo después de sacar los pimientos de la sartén, espolvorea una pizca de sal gruesa sobre ellos. La sal realzará el sabor de los pimientos y les dará un toque interesante. Los pimientos del Padrón están listos para servir.


Consejos

■ Pueden disfrutarse como aperitivo caliente o como guarnición para acompañar otros platos.

■ Los pimientos del Padrón son ideales para compartir, así que conviene servirlos en un plato grande y dejar que los invitados los disfruten. Pueden acompañarse con una salsa o dip de tu elección, como alioli, salsa de yogur o una vinagreta suave, pero realmente están tan buenos que no se echa en falta nada.

■ Los pimientos del Padrón se comen enteros, incluyendo las semillas y el tallo. No es necesario quitarlos antes de cocinarlos.

■ Recuerda que algunos pimientos del Padrón pueden ser picantes, mientras que otros serán más suaves. ¡Así que prepárate para una sorpresa!

■ Si se quiere reducir el nivel de picante de los pimientos del Padrón, pueden escaldarse brevemente en agua hirviendo antes de freírlos. Esto ayudará a suavizar su sabor picante.

■ Hay que asegurarse de tener suficiente ventilación en la cocina mientras se cocinan los pimientos del Padrón, ya que pueden liberar un aroma picante que puede ser bastante intenso.

■ Si sobran se pueden guardar en el frigorífico para consumirlos más tarde, pero habrá que calentarlos en el horno microondas para que tengan un sabor agradable, aunque no tan bueno como recién hechos.