Calabacines rellenos de marisco

Preparación

La preparación de este plato es lo fundamental, ya que luego se terminará gratinando en unos pocos minutos, y sin tener que hacer nada.

1 Vacía los calabacines

Lávalos primero, córtalos por la mitad longitudinalmente, realiza unos cortes con la punta del cuchillo en la pulpa, y con una cuchara, saca casi toda la carne, dejando un borde de alrededor de medio centímetro.

2 Pica los ingredientes

Pela la cebolla y el ajo, y trocéalos en pequeñas porciones.

Haz lo mismo con las grambas, palitos de cangrejo y mejillones (o champiñones).

3 Cocina los calabacines

Si tienes prisa, esto lo puedes hacer mientras picas las demás ingredientes, así ganarás unos minutos.

Pon una sartén a fuego vivo, con 3 cucharadas de aceite de oliva.

Coloca los calabacines dentro, baja a fuego medio cuando el aceite esté caliente y tápala. Cuando se cocinen por un lado dales la vuelta y sácalos cuando veas que están blandos.

4 Prepara el relleno

En otra sartén, vierte un poco de aceite y sofríe la cebolla y el ajo, a fuego lento para que no se quemen.

Cuando estén comenzando a dorarse, añade a la sartén la pulpa del calabacín bien troceada, y rehógala un par de minutos hasta que empiece a ablandarse.

Añade ahora las gambas, los palitos de cangrejo y los mejillones, bien picados. Si estos ingredientes están congelados, soltarán bastante agua, así que si eso pasa deberás subir el fuego al máximo para evaporarla cuanto antes.

Una vez que desaparezca el líquido, dale unas cuantas vueltas más para que se doren, y puedes apagar ya el fuego.

Para terminar este paso, vierte la bechamel en la sartén, mezcla todo bien y déjalo a un lado para que se enfríe.

5 Rellena los calabacines

Con una cuchara, repartiendo el relleno entre las 4 mitades de calabacín, haciendo un poco de presión para que se mantenga en su sitio y no se caiga.

El relleno debe sobrepasar un poco el borde de los calabacines, pero tampoco demasiado, ya que podría desparramarse.

Por último, coloca una capa de queso para gratinar o pan rallado ―o ambos― sobre los calabacines.

Puedes hacerlo en el horno convencional o en el microondas. Este último consume menos energía, es más rápido y ecológico, así que si puedes, es lo ideal.

6 A gratinar

En el microondas, pon la opción de gratinar, coloca los calabacines en un recipiente apropiado, y pon el temporizador en 5 minutos.

Si lo vas a hacer en el horno convencional, precaliéntalo a 200ºC, pon la bandeja en la parte alta, y selecciona el calor solamente por arriba.

Tanto si lo haces en uno como en otro, debes estar pendiente del cambio de color que va a tomar el queso o el pan rallado. Cuando veas que está dorado, ya puedes sacarlos. Esto es mucho más fiable, ya que el tiempo puede variar con el tipo de horno y otras cosas.

Una vez gratinados, déjalos enfriar un par de minutos para que no quemen demasiado, y ya puedes servirlos.